Me compré un cigarrillo y no tenía encendedor
Me compré un encendedor y no tenía cenicero
Me compré un cenicero y ya no tenía ceniza
Me compré una servilleta y la quemé
Tenía ceniza y no tabaco
Tenía cinco minutos más.
Me compré una vida
Morí
un paso adelante son dos puertas: una que se abre, otra que se cierra.